Sus manos

ISBN: 978-84-8195-480-2 Me desperté temprano, creo de buen humor y, mientras terminaba de preparar el equipaje, traté de imaginar cómo hubiese sido mi vida a su lado. Habían pasado demasiados años y ya no podría verla con todo el esplendor de su juventud, tampoco con las arrugas lógicas de una madurez avanzada ni con la senilidad de una vejez injusta. Me esperaba un cadáver del que despedirme en silencio, porque sería de idiotas gritarle a un cuerpo yerto, que no siente ni padece, pero que te implora una despedida en toda regla antes de que los operarios de la empresa fúnebre la dejen fuera del mundo de los vivos para siempre. Mi buen humor no se debía a esta situación, no es agradable ir de entierro, pero creo que ella merecía la mayor de las sonrisas aunque mi corazón estuviese encogido por las lágrimas que aún no había podido ser capaz de derramar. Hoy después de tanto tiempo he recordado sus manos, hoy después de tanto tiempo, ¿cuánto?, no sé, mucho, quizás demasiados, ...