Fin inevitable

Fin inevitable

Has dicho que me adorabas
y tus palabras han sonado
como envueltas en crisálida,
mi vientre estéril ha crepitado
igual que un fuego enardecido,
¡es de locos!, lo sé, pero en el fondo soy mortal.

Tus ojos, en cambio, distraen la mirada
y se pierden en un infinito mar de dudas,
un nudo ahoga mi llanto y me siento
retenida en el salvaje oleaje de tus silencios.

Y suspiras y a mí ya no me quedan suspiros
ni lamentos ni espinas o maldades
que expulsar por esta boca,
pero sí, en mi lamento oculto
albergo un poco de cordura,
para saber que tu amor buscó otros brazos
donde empapar las tristezas.

Te libero de mis cadenas,
abro la puerta de tu prisión,
parte raudo a otros mares
para que al fin seamos libres
y podamos remar en otras naos.




Portada

Datos del libro
Índice de autores/as





Obra impresa

Obra impresa

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hetty and The Jazzato Band

Tu ausencia

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)