Adversidades

Adversidades

Quería correr, salir huyendo para olvidarme de todo.
¿A dónde ir, con el rumbo perdido?
Mi cabeza en órbita, sin control,
vaga por tu espacio reducido a cenizas
y choca con mentiras y quejas
y duele y deja un cárdeno hematoma
que escuece el alma y hasta los huesos.


Puedo reprocharte muchas cosas,
maldecir mi vida entera,
sentirme culpable por tus traiciones,
negar la existencia de tus reproches,
blasfemar en otras lenguas.


Al final solo me queda el orgullo
quizás simplemente sea soberbia,
y maldigo al cielo, a Dios,
por negarme el gozo, la gloria.


¿Sabes? Reduzco a la nada mi vida,
tan solo una frase me queda,
no quiero pronunciarla alto,
pero ¡vaya aciaga existencia!