A mi madre

Dicen que el tiempo todo lo cura,
que mitiga el sufrimiento,
que el dolor se tranquiliza,
y la ausencia se socava.

A todo aquél que lo dice,
no quiero abatirlo en duelo,
pero tormento lo habite
y de amargura se muera.

No puede decirme a mí
que el tiempo lo cura todo,
porque mis cicatrices
no hay vendas que las alivien.

Hoy lloro con impotencia,
al saber que me has dejado.
Madre, yo quiero extrañarte,
y llorarte en el silencio.


Que mi rabia por perderte,
se vuelva sollozo eterno.
Que mi llanto forme ríos
y mis suspiros arroyuelos.

Que en mi corazón te quedes
siglos y siglos conmigo,
porque aunque yo parta al fin,
unida a mí permaneces.

No quiero paliar mi dolor
tampoco mi desconsuelo,
quiero que me duela tu ausencia,
como un látigo justiciero.

Y lamentar tu partida,
y que tu angustia me coma,
para que la tristeza al fin,
me duerma cerquita a tu vera.

Madre, húndete en mis entrañas,
quédate ceñida a mi vela,
que el viento transporte mi pena
a su capricho a otras tierras.

Madre, aguantaré este sufrir,
porque quiero que me duelas,
quiero arrastrar mi calvario,
hasta que al fin, yo me muera.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Hetty and The Jazzato Band

Tu ausencia

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)