Vagabundo de tus sueños

Tuve la malsana costumbre de quererte, 
de beber las palabras que salían de tu boca,
sustancia que emanabas,
y que yo, creía, dulce ambrosía. 

Envenené mi espíritu impoluto,
y por eso ahora estoy hundido en este fango putrefacto,
de arenas movedizas y sombrías,
de repulsivo olor a desengaño. 

Quise poner el mundo a tus pies 
para que fueras la reina de mi feudo, 
y tú golpeaste sin decoro
hasta el más pequeño de mis besos. 

Te hubiese querido eternamente, 
te hubiese protegido cual criatura indefensa, 
pero dejaste mis murallas devastadas 
como si las hubiese atravesado
el peor de los ciclones venideros. 

Ya no me queda nada que ofrecerte, 
pues tan sólo soy un vulgar vagabundo, 
que atraviesa vacío y desolado, 
el mundo de migajas de tus sueños.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hetty and The Jazzato Band

Tu ausencia

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)