Cuando yo muera

dejaré vacío el espacio que ocupo... Cuando yo muera morirá conmigo mi escritura, morirán todas las palabras que me quedan por decir, morirán mis papeles en un cubo de basura, mi ropa vieja y nueva en el fondo del contenedor textil. Mis libros permanecerán cogiendo polvo en los estantes de la librería hasta que mi hija decida qué hacer con ellos. Espero que los lea, los toque, que no los regale, que vuele a mundos ignotos igual que un día escapé yo. Cuando yo muera dejaré vacío el espacio que ocupo para que otros, otras, lo habiten por mí. Mis recuerdos me los llevaré conmigo, lástima, a nadie puedo legar este presente ¡Tenía tantos y tan valiosos, que da rabia desperdicialos así! Seré memoria efímera de quien me llore y evoque, tal vez, en la triste soledad de la noche, al pronunciar mi nombre en susurros, pueda comprender que fui para ella mano tendida. Cuando mis ojos ya no estén aquí mi sol se cegará para siempre, mi cuerpo dejará de mojarse los días...